El órgano de Peraleda


Hace pocos meses hizo su presentación entre nosotros “Raíces de Peralêda“, una asociación cultural a la que deseo sea capaz de permanecer entre nosotros por largo tiempo. Los fines que se proponen son ambiciosísimos y entre ellos está conservar nuestro patrimonio cultural, lingüístico, arquitectónico, tradiciones y todo aquello que ha hecho que Peraleda sea lo que es hoy y que las generaciones actuales están perdiendo.

Actualmente se han embarcado en el proyecto de recuperar el antiguo rollo, símbolo de nuestro nacimiento como villa independiente, pero también sé que otra de las preocupaciones que ocupan a los de Raíces es cómo poder recuperar el hermoso órgano barroco de nuestra parroquia.

Esta recuperación ha sido objetivo de asociaciones anteriores. Ya en 1980 la asociación cultural y deportiva “La Mampara” de la que formaba parte D. Ángel Martín y D Julia Cabello, ambos maestros en aquel entonces en nuestro colegio, intentó restaurar el órgano ya deteriorado. Consiguieron que el entonces Delegado de Cultura de la Junta de Extremadura, D. Teófilo González Porras, visitara Peraleda para ver in situ el estado del órgano. Por cierto que el Señor Delegado, moralo de nacimiento, reconoció haber oído muchas veces cuando asistía a las fiestas del Cristo los sones armoniosos de nuestro órgano. Reconoció su valía, pero admitió que el escaso presupuesto de que disponía para estos fines culturales estaban destinados a la reparación de los órganos de Plasencia y de Coria. Más tarde, cuando el presupuesto lo permitiera podría atender la justa petición que le hacían. Los cambios tan frecuentes en la política hicieron que cesara como Consejero nuestro casi paisano D. Teófilo lo que motivó que la reparación del órgano cayera en el olvido.

Un segundo intento lo realicé personalmente yo, al dirigirme, por medio de Claudio Favier, a Paloma Calderón Llorente, concejala en nuestro Ayuntamiento; persona muy bien relacionada dentro del PSOE, que tras varias gestiones me informó de que la Junta de Extremadura consideraba que estaba tan deteriorado que no merecía la pena restaurarlo, siendo preferible la construcción de uno nuevo (!).

No pensó así el restaurador de órganos J. Sergio del Campo Olaso que una vez visitó nuestro órgano y en carta que me dirigió unos días después, concretamente el 18 de noviembre de 2008, me dice que participó en la restauración del órgano del convento de Santa Clara de Santiago de Compostela, que estaba en peor estado que el nuestro, y que ambos habían sido construidos por Manuel de la Viña Eizondo, organero de la catedral compostelana desde principios del XVIII y discípulo del organero vasco, el franciscano Fray Domingo de Aguirre.

órgano de Santa Clara

Este Manuel de la Viña construyó entre otros, los órganos de Casatejada, el de la catedral de Plasencia, el ya citado del monasterio de Santa Clara en Santiago de Compostela, el de la catedral de Zamora, el de Santa María la Mayor de Ledesma, Santa María de Cáceres, el de la catedral de Coria y el del convento de San Francisco en Ciudad Rodrigo (esta información se la debo a la amabilidad del güipuzcoano D.Sergio del Campo Olaso).

Fue en 1703 cuando se tomó la determinación de construir un órgano para nuestra parroquia. Al parecer había un órgano anterior que debió construirse en la primera mitad del siglo XVII, ya que el Templo parroquial acabose de construir en 1603 y que estaba ya en muy malas condiciones según podemos ver en el documento en que se solicita al Obispado permiso para construir un nuevo Órgano:

En la villa de la Peraleda de la Mata, Diócesis de la ciudad de Plasencia en doce días del mes de septiembre de mil setecientos tres, ante mí el Notario y testigos pareció Francisco de Rivera, vecino de la dicha villa y Mayordomo de la fábrica de la Iglesia Parroquial de ella, advocación del Apóstol Santiago, Patrón de nuestra España; y dijo que hallándose la Iglesia parroquial con un órgano muy viejo para la celebración de los divinos oficios, tal que su sonido, mas antes causa más irreverencia que movía a devoción“.

Hasta aquí el documento que he encontrado en el archivo provincial de Salamanca en que vemos que el Obispado autoriza que se construya el nuevo órgano.

Contrato de construcción

En efecto, en el mismo documento citado se puede ver como ya el 22 de septiembre (tan solo diez días después; al parecer tenían prisa) firman en Salamanca el contrato con el maestro de la fábrica de órganos, Manuel de la Viña; y lo hace Juan Rivera, que presenta poder que su padre Francisco Rivera, Mayordomo de la fábrica de la parroquia, ha extendido a su favor ante el Notario Juan Jiménez Carbonero.

Acuerdan el coste de la ejecución en trece mil reales de vellón y que en el acto de la firma se le darán al constructor nueve mil reales y los cuatro mil quinientos restantes se le entregarán el mismo día de San Juan de mil setecientos cuatro al maestro D, Manuel de la Viña o a quién él apoderare.

En este contrato se especifica :

  • “que le había de dar perfectamente acabado, a vista de maestros que lo entiendan para el día de San Juan de junio del año que viene de mil setecientos cuatro.“ 
  • “ que ha de quedar como el que el otorgante hizo para la parroquia de la villa de Casatejada de dicho Obispado.”

El otorgante dijo :

“se obligaba y se obligó con su persona y bienes muebles raíces habidos, para ver de que para el dicho día de S. Juan de Junio de dicho año del setecientos cuatro, dará perfectamente acabado dicho órgano conforme al memorial suso inserto.”

En este memorial que compaña al contrato se detalla minuciosamente cómo deben ser los registros, la caja, la fuellería, el teclado, en fin todos los componentes del órgano, que son los que a continuación describiremos:

  • La fuellería se compone de tres fuelles de costillas.
  • Las teclas blancas son de hueso, las negras de ébano embutido, la madera es de nogal, los tiradores de hierro.
  • En la fachada aparecen dos mascarones, conocidos vulgarmente como los mamarrachos de la tribuna, que abren la boca y cuya misión es expulsar el aire sobrante. Aparecen separados por cinco tubos. A uno y otro lado de estos mascarones van otros seis tubos y debajo de ellos otros seis. Todos ellos van estéticamente colocados como podemos ver en la fotografía que acompañamos.
  • A la derecha del teclado aparecen los siguientes registros: Flautado, octava, docena, quincena decinovena, lleno III, sobrecímbala IV, corneta real VI, trompeta real y clarín.
  • A la izquierda del teclado: flautado, octava, docena, quincena decinovena, llano III, cimbala IV y trompeta real.
  • Registros de adorno: Tambor, pajarillos y los citados mascarones.

El organero, Manuel de la Viña cumplió lo contratado y el 24 de junio de 1704, festividad del nacimiento de San Juan Bautista, quedó instalado en nuestra parroquia el nuevo órgano cuyos sones armoniosos embellecieron la liturgia de ese día.

Dos veces fue reparado desde que llegara a nuestra parroquia en aquel día de 1704, la primera en 1844 por Benito Vaquero, natural de la villa de Valderas y vecino de Madrid y la segunda por los hermanos Juan y Pedro Bernardi en 1895.

Nicolás Bernardi era un organero genovés al que el Obispo de Zamora le hace varios encargos. Llega a España a finales del siglo XIX. Esta familia, compuesta por el padre Nicolás y sus dos hijos Juan y Pedro terminan instalándose en Trujillo, reparando los órganos de la parroquia de San Martín y el del convento de las Claras de esta localidad. El buen hacer de estos organeros hace que su trabajo se extienda por las iglesias de nuestra diócesis reparando los órganos de las iglesias de Madroñera, Cuacos, Losar de la Vera, Pasarón y el nuestro de Peraleda.

Nuestro órgano estuvo amenizando los oficios divinos de nuestra parroquia durante 274 años, desde el 1704 hasta el 1978, año en que falleció el último organista y sacristán que tuvo esta parroquia. Este fue Teófilo Miguel Íñiguez, nacido en Berrocalejo en 1905 y fallecido el 13 de febrero de 1978. A partir de esta fecha el órgano se va deteriorando sin que nadie se preocupe de él. El deterioro del tiempo y la inconsciente rapiña de los niños han hecho que en sólo unas cuantas décadas hayan desaparecido muchas trompetas del interior del órgano, se haya descompuesto el teclado, y algunos de los tubos estén doblados.

Los peraleos que hoy tienen más de 50 años todavía podrán recordar la profunda impresión y arrobo que producía la imponente música de este órgano que, lleno de vida, parecía inundar todo el espacio del templo con música digna sólo de las esferas celestes, todo un espectáculo de primer orden al alcance de todos los peraleos cada semana. Pero años después, ese mismo órgano que impresionaba altivo y que los niños veíamos como una caja llena de poder, es hoy un cascarón casi vacío y sin vida, un trasto viejo que rápidamente va convirtiéndose en escombros mientras Peraleda va perdiendo otra de las grandes joyas de su antaño rico patrimonio.

No es de extrañar, pues, que Raíces de Peralêda esté pensando incluir también al órgano como uno de sus principales elementos del patrimonio que hay que recuperar antes de que sea demasiado tarde y que, al igual que su presente intento de recuperar el rollo, me parece digno de alabar y apoyar. Nuestro patrimonio es nuestra identidad, si lo perdemos dejaremos de ser Peraleda para convertirnos en un pueblo cualquiera, o peor aún, en un pueblo en el que a nadie ya le importe estar.

Peraleda de la Mata diez de mayo de 2018

Eusebio Castaño

mamarrachos del órgano

Agradecimientos: Este trabajo no hubiera sido posible sin la información que me diera D. J. Sergio del Campo Olasso en la charla que sostuve con él, en la correspondencia que me envió y en el libro que me facilitó “El órgano del Real Monasterio de Santa Clara de Santiago“ editado por Goetze Gwynn.

ANEXO

Comparación entre el órgano de la iglesia de Santiago Apóstol, en Peraleda de la Mata (Cáceres) y el órgano de la iglesia de Santa María la Mayor, en Ledesma (Salamanca)

Es más que evidente el parecido entre estos dos órganos de Manuel de la Viña. El órgano de Ledesma, también muy deteriorado, está a fecha de hoy en trámites de restauración y es reconocido como el órgano más antiguo de la provincia de Salamanca (puede leer el artículo acerca de esto aquí). La fila triangular de trompetas horizontales que vemos en el de Ledesma también estaba en el de Peraleda hasta no hace muchos años. La estructura del órgano es idéntica en ambos casos, salvo por los adornos escultóricos que rematan la construcción de Ledesma (probablemente un añadido posterior), y el hecho de que nuestros dos «mamarrachos» han sido sustituidos allí por dos ángeles. Tan evidente es el parecido que en caso de que no quedara en el nuestro información suficiente para recomponer los tubos en su configuración original, se podría usar el de Ledesma como modelo a copiar. Lo que sí resulta urgente desde hoy mismo es que este órgano sea protegido de algún modo para que no sea posible acercarse a él y que se pongan los restos y tubos a buen recaudo para evitar que, mientras llegue el momento de restaurarlo, siga deteriorándose y siendo expoliado todavía más de lo que ya está.

Angel Castaño

3 comentarios en “El órgano de Peraleda

  1. Un placer que la información enviada en su día al Sr. D. Eusebio Castaño haya servido para documentar y valorar la figura del organero MANUEL DE LA VIÑA, constructor, entre otros, del órgano de Peraleda de la Mata. Les dejo aquí el enlace de mi página Web, donde podrán consultar la información a la que se refiere D. EUSEBIO CASTAÑO relativa a MANUEL DE LA VIÑA:

    Haz clic para acceder a c9a864_d803a0b881c4427fb78797b315b55c10.pdf

    Si necesitan algún estudio, valoración o presupuesto para la restauración del órgano de Peraleda, no duden en contar conmigo. Sería un placer para mí verme envuelto nuevamente en la restauración de otro órgano de MANUEL DE LA VIÑA. La experiencia de Santiago de Compostela fue muy gratificante en todos los aspectos. Realmente inolvidable. Con su permiso, les dejo la dirección y mi página Web donde podrán ver nuestra forma de trabajar.

    Saludos cordiales,

    J. SERGIO DEL CAMPO OLASO
    Arrabal 7ª bajo, 48210 Otxandio (Bizkaia)
    Tel.: 659301356
    http://www.jsergiodelcampo.com

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  2. Ojalá sea posible su recuperación. Aparte de que forma parte de nuestro patrimonio, la música de un órgano dentro de una iglesia es algo absolutamente impresionante. Sería una maravilla poder volver a oír sus notas llenando las bóvedas y cada uno de los rincones de nuestra iglesia.
    Y, en caso de que no sea posible, opino lo mismo que Ángel: hay que proteger urgentemente lo que queda para evitar que siga deteriorándose aún más.

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