Huellas de Roma en Peraleda


Peraleda conserva aún la huella que los romanos dejaron en nuestra tierra. Algunas de estas cosas solo las conocemos los de aquí, otras son desconocidas incluso para los de aquí. Acércate a conectar con nuestro pasado romano y siente el orgullo de ser peraleo, y la responsabilidad de proteger nuestro patrimonio. Esperemos que las autoridades competentes estén igualmente a la altura en esta ocasión. (Nota: para agrandar las imágenes haga clic sobre ellas)

Huellas de Roma en Peraleda

El tiempo, cual carcoma con poderes mágicos, carcome monumentos megalíticos que creemos deberían ser eternos; claro que, a veces, o casi siempre, ayudado por la desidia del hombre, que unas veces por ignorancia, otras por puro egoísmo contribuye a la destrucción de lo que debiéramos cuidar y mimar por ser parte de nuestra historia.

Tres calzadas romanas pasaban por nuestro término Municipal. Una que saliendo de Emérita (Mérida) pasaba por Augustóbriga (Talaverilla) y se dirigía a Toletum (Toledo), otra que también procedente de Mérida cruzaba el Puerto de Miravete y seguía el trazado de la Nacional V hasta fundirse con la anterior, y  una tercera que saliendo de Augustóbriga se dirigía al Puerto del Pico buscando la Meseta castellana. De estas calzadas solo queda algún que otro vestigio, como un puente, una fuente y poco más. El tiempo ha podido con lo demás y terminó borrándose de la memoria de los peraleos.

Justo Corchón en su obra “El Campo de Arañuelo” al hablar sobre los caminos romanos en esta comarca nos dice que en el “Itinerario Antonino” (documento romano del siglo III) se habla de la vía que va desde Augustóbriga a Toletum sin indicar si iba al norte o al sur del Tajo. El Señor Corchón opina que debió pasar por la parte Norte basándose para ello en la existencia del pueblo de La Calzada de Oropesa, cuyo topónimo efectivamente nos da pié para pensar así. Si esto es así, está claro que debía haber algún ramal para comunicar esta vía con Augostóbriga (Talaverilla).

Al parecer hubo otra vía que iba desde Turgalium (Trujillo) a Augustóbriga por la parte sur del Tajo y ésta vía cruzaría el Tajo según D. Justo “acaso por el mismo sitio del antiguo y hoy cortado puente del Conde de Miranda”, junto a Berrocalejo. Yo pensaba, humildemente, que debía cruzar el Tajo más abajo a la altura más o menos de Peraleda. Si no fuera así ¿qué explicación tiene la existencia de ese puente romano sobre el arroyo de Valparaíso y los restos de calzada que aun podemos ver?

Hablando con mi hijo Ángel sobre la posibilidad de que la calzada de Emérita a Toletum viniese en realidad por la parte sur del Tajo y cruzara a la parte de acá aunque fuese en barcas, éste me dice que existió un puente que cruzaba el Tajo y que esto lo había leído en el libro “Estremadura”, de Gonzalo Barrientos, que recoge las contestaciones al cuestionario que mandó D. Tomás López a todas las parroquias de Extremadura en 1798. Efectivamente, buscando en el citado libro leemos en la parte que habla de Talaverilla:

”…y habiendo venido a esta villa el Señor Hermosilla, comisionado por la Real Academia de Historia Natural a reconocer las antigüedades de esta villa, mandó escavar (sic) en el espacio quadrangular que circunda los cimientos…… “ Y más adelante continúa: ”Así mismo mandó dicho señor escavar por la parte del norte, pasado el Tajo, y halló unas piedras de sillería muy profundas, por las que se juzga haya habido en lo antiguo algún puente que sirviese para el paso de esta villa”

Puente romano de Valparaíso

Puente romano de Valparaíso

Sé que D. Justo, que me examinara de Geografía en mis años de bachillerato, se paseó varias veces por esta comarca nuestra, pero dudo que alguien le llevara a ver el puente romano cerca de las ruinas de Valparaiso y los restos de la calzada que a la salida del puente aun se pueden ver. Él mismo nos dice: “En Valparaíso, su fábrica denota mucha antigüedad y da muestras de construcciones diversas; mas no hallé nada romano”. Claro que en las ruinas no queda nada romano, pues Valparaiso es bastante posterior a esa época, pero sí que por allí pasaba una calzada romana, de mayor o menor importancia, como nos lo atestigua la existencia del citado puente ¿Y a dónde podría ir esa calzada en dirección sur sino a Augustóbriga? Parece ser que esa calzada seguía el llamado camino de Talaverilla, que pasaba por el Cerro de Las Cabezas, en el que está hoy día situada la Copa del Agua y cruzaba el Tajo por donde estaba el embarcadero que hemos conocido hasta quedar inundado por el pantano de Valdecañas. Los talaverinos, hasta la desaparición de su pueblo bajo las aguas del pantano, siguieron usando esta ruta a pesar de tener que cruzar el Tajo en balsa al no haber puente. Se ve que era el único camino que conocían de siempre.

Camino del Cerro de las Cabezas

Camino del Cerro de las Cabezas

Es verdad que la calzada hoy está desaparecida, pero aún queda un trozo de la calzada original en el lado norte del puente. Pienso que las cercas de piedra de las parcelas situadas a los alrededores de Valparaíso provienen de la Calzada romana y de las ruinas de Valparaíso. El no haber por aquí piedras, ni canteras de dónde sacarlas nos hace suponer esto. Una vez más los hombres ayudaron al tiempo a destruir restos de nuestra historia.

El puente romano lo podemos ver a escasos metros abajo del actual puente en el que el camino de San Marcos cruza el arroyo de Valparaíso (o el arroyo de la Cuadra). No me extraña que nadie enseñara a D. Justo este puente oculto entre maleza, pues incluso yo cuando me enteré de la existencia de este puente, siendo ya mayor, no pude menos de asombrarme al recordar como los peraleos ignoraban la existencia del tal puente situado a escasos metros abajo de donde debían cruzar “a patas”, como vulgarmente se dice, el arroyo con el consiguiente peligro si éste venía crecido por las lluvias. He oído comentar a personas mayores que una vez, las aguas arrastraron un carro cargado de costales de trigo.

Calzada romana junto al puente de Valparaíso

Calzada romana junto al puente (vea el bordillo entre la hierba)

Yo mismo de pequeño, una vez que íbamos a esperar a los que venían de la feria de San Marcos, quedé atrapado en el fango del arroyo sin ser capaz de salir. Gracias a la valentía de una alta moza, algo mayor que yo, Leandra Castejá, que me sacó “a borrique“; aunque allí se quedó una de mis sandalias de goma, para disgusto de mis padres, pues la economía en aquellos tiempos de la posguerra no era muy boyante y el precio del citado calzado venía a menguar los escasos ahorros. No fue hasta el año 1969 cuando se levantara el puente actual sobre el arroyo de Valparaíso en este camino de San Marcos. Por entonces se llevó a cabo el nuevo trazado de los caminos rurales como consecuencia de la concentración parcelaria en la zona que iba a quedar afectada por los planes de regadío, y fue también necesaria la adecuación de algunos otros existentes, como el de San Marcos, para el paso de nuevos aperos agrícolas, tractores, gradas, segadoras, vertederas etc. para lo que fue necesario ensanchar algunos caminos y pavimentar otros.

¿Por qué no se usaba este puente? No lo sé, ni encuentro explicación alguna. Solo me lo explico si al igual que me pasaba a mí, el puente era desconocido para los peraleos. El puente actualmente está transitable, como tantos otros puentes romanos que hay esparcidos por toda España y hasta por toda Europa y que pregonan el buen hacer de los arquitectos romanos. De hecho estaba intacto, tan solo ha perdido hace 15 o 20 años parte del pretil, que los muchachos han tirado al arroyo, y cuyas piedras no sería tan costoso volver a sacar del agua. Sé que algunos hicieron gestiones por entonces ante la Alcaldía para que se colocara el pretil de nuevo, sin que tuvieran éxito.

Otro de los vestigios que pregonan que por acá en estas tierras peraleas se pasearon los romanos es el de una bonita y coqueta fuente situada a pocos metros y a la derecha del puente actual, a orillas del arroyo. También esta fuente era desconocida por muchos peraleos. La verdad es que la maleza y los zarzales que crecieron a su alrededor terminaron por ocultarla.

Quiso la suerte que un vecino de Peraleda, Luciano Cartas, propietario de la parcela en la que está situada la fuente, hablando con un guarda forestal le hiciera sabedor de la tal fuente y que éste al verla le hizo ver que aquella fuente era romana. Entre los dos limpiaron los alrededores y quedó visible la tal fuente. Podemos ver en estas fotos que ilustran este texto (y que generosamente me ha pasado Luciano), el estado actual de la misma.

Fuente romana de Peraleda

Fuente romana de Peraleda

Al parecer, según Luciano, personal de la Conserjería de Cultura se ha personado ya para verla. A estas personas Luciano les llevó a ver el puente y, según le confesaron, tampoco sabían de su existencia, (cosa rara, pues yo mismo acompañé hace unos años a la televisión extremeña a las ruinas de Valparaíso y les acerqué a que tomaran algunas vistas del puente). Esperamos que si la Conserjería de Cultura está interesada en ello, sí sea ahora posible recuperar la parte del pretil caída.

Otra huella que nos dejara la época romana en nuestro municipio, ésta a orillas de la calzada que seguía la ruta oeste-este y que se acerca mucho a la actual autovía, es el hallazgo en 1994 de una tumba romana. D. Antonio González Cordero, Profesor en el Instituto Zurbarán de Navalmoral, es gran aficionado a buscar huellas prehistóricas, romanas y árabes por esta nuestra comarca, que se ha pateado por completo, hasta el punto que dudo haya algún metro de terreno que no haya sido pisado por él. Enterado éste de que en un movimiento de tierra llevado a cabo en una parcela de Sixto Camacho, que linda con la autovía al sitio de Calzones, término de Peraleda, habían hallado restos antiguos, se persona y ve que ha

Ruinas de Valparaíso

Ruinas de Valparaíso

quedado al descubierto una tumba que contiene un sarcófago romano de plomo (cuyo paradero actual no nos consta). Explorado el sarcófago recoge varios objetos que acompañaban a los restos de una niña, entre 10 ó 13 años y que él entrega al Museo Provincial de Cáceres dónde pueden verse. (En el anexo Nº1 enumero los objetos recogidos por el Sr. Cordero). Es el llamado “ajuar de la tumba de la Cañada”, uno de los ajuares funerarios romanos de más valor hallados en Extremadura.

Para aquellos que desconozcan el topónimo de Calzones, les aclaro que la parcela está situada a la altura de la llamada Viña de Mazo, unos metros más abajo del Hotel Peraleda y a la derecha de la autovía viniendo de Madrid.

Espero que estas notas que pongo hoy en mi blog ayuden a los peraleos a conocer mejor su historia.

Peraleda 10 Diciembre 2015

Eusebio Castaño

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ANEXO 1

EL TESORO DE LA CAÑADA

Eusebio Castaño

Cito lo publicado en la prensa regional con motivo del hallazgo de una tumba romana en nuestro término municipal y que puede verse hoy en la sala 5 del Museo de Cáceres (Casa de las Veletas)

Pulsera

Pulsera

Ajuar encontrado en el sarcófago del siglo III d.c. hallado a la derecha de la autovía, viniendo de Madrid al sitio Calzones:

4 calculi o latrunculi de pasta vítrea de color verde oscuro, de color azul oscuro y de color amarillento. (Los cálculi eran piedrecitas usadas en juegos)

Cálculi, pendientes, anillo y aplique

Cálculi, pendientes, anillo y aplique

37 fragmentos pertenecientes a un ungüentario
26 fragmentos de recipientes de vidrio
29 fragmentos de de vasos de vidrio verdosos

ORO Y PEDRERÍA
Anillo con labores externas
Un collar roto en tres piezas
Una gema tallada

Una pulsera fragmentada

PLATA
Una cucharilla
Una varilla o aguja
Un aplique alargado

COBRE

Collar

Collar

5 fragmentos de una pieza indeterminada

MADERA Y HUESO
Acus crimalis
Stili
Dos cenefas de trenza
Aplique de forma de cabeza de ave
Aplique de forma cónica
Aplique de forma geométrica
Aplique de forma semicircular
Aplique con forma de huella de herradura

CERÁMICA
Lucerna con asa y disco
Jarra de cuello cilíndrico y asa

Jarra biansada cerámica que presenta una pasta de composición posiblemente local, junto con una lucerna con la representación de una Venus con dos náyades.

Jarra biansada cerámica que presenta una pasta de composición posiblemente local, junto con una lucerna con la representación de una Venus con dos náyades.

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ANEXO 2

CALZADAS ROMANAS EN PERALEDA

Angel C.

Construcción de una calzada romana

Construcción de una calzada romana

CALZADA MÉRIDA-TOLEDO

Grabado de Alejandro Laborde, 1865. En primer plano el templo de los Mármoles, al fondo las 3 columnas del templo de la Cilla, hoy también salvadas de las aguas.

Grabado de Alejandro Laborde, 1865. En primer plano el templo de los Mármoles, a la izquierda las 3 columnas del templo de la Cilla, hoy también salvadas de las aguas.

Tabula Peutingeriana - fragmento

Tabula Peutingeriana, fragmento Mérida-Toledo

Por donde actualmente va la carretera N-V (autovía A5) pasaba en tiempos romanos una calzada que iba de Emérita Augusta (Mérida) a Toletum (Toledo), al menos hasta Caesaróbriga (Talavera), pues allí se metía hacia Toledo siguiendo de cerca el recorrido del Tajo. Habitualmente se considera que esa calzada era la calzada pricipal que unía Mérida con Toledo, junto con otra que se metía por tierras de Ciudad Real. Apoya esta idea el documento llamado “Tabula Peutingeriana”, del siglo IV, un mapa esquemático de las vías principales del Imperio (ver aquí y luego hacer clic para ampliar la zona oeste). En ese mapa se ve que la ruta de Mérida a Toledo pasa por Trujillo y toda la ribera norte del Tajo. El problema de ese mapa es que justo la parte occidental, donde está Hispania, se ha perdido, y lo que tenemos hoy es una reconstrucción aproximada y por tanto poco fiable. Prueba de su poca fiabilidad es que sitúa a Augustóbriga en la orilla norte del Tajo, no al sur, lo cual les permite trazar el recorrido por la ribera norte.

Ciertamente por allí pasaba una calzada, en gran parte hoy bajo la carretera, pero algunos restos se han conservado. Sin embargo, el único documento romano auténtico que tenemos describiendo las calzadas de Hispania, el ya mencionado “Itinerario Antonino”, ni siquiera cita ese trazado. Ese documento solo describe las principales calzadas, y entre ellas sí tenemos una ruta al sur del Tajo que va de Mérida a Zaragoza pasando por Toledo, la llamada VIA XXV, pero este es el recorrido que nos describe: Emerita – Lacipea – Leuciana – Augustobriga – Toletum -…- Cesaraugusta, que traducido a la actualidad sería:

Calzada 25: Mérida – Villar de Rena – Logrosán (o Madrigalejo) – Talaverilla – Toledo -…- Zaragoza

Itinerario Antonino

Itinerario Antonino (la VIA XXV en verde)

Por lo tanto no parece tener mucho sentido discutir sobre si el trazado de la calzada principal entre Mérida-Toledo pasaba en la provincia de Cáceres por el norte o por el sur del río Tajo. El dato, por pocos conocido, de que existió un puente romano de grandes dimensiones en Talaverilla, demuestra además que la Calzada 25 cruzaba el río por Peraleda y no por Almaraz o Berrocalejo como se suele decir. Por los restos arqueológicos sabemos que esta calzada se encaminaba luego a Calzada de Oropesa, Talavera de la Reina y de allí torcía hacia Toledo. El paso del Tajo estaba pues en Augustóbriga (Talaverilla), y a pesar de que a menudo se dice que el puente de Almaraz, del siglo XVI, pudiera estar construido sobre los restos de un antiguo puente romano, los nuevos documentos encontrados sobre la construcción del puente muestran claramente que se decidió hacer un puente nuevo en la zona, se afirma que apoyaron los pilares sobre la roca viva, y nada mencionan de restos anteriores de ningún tipo (ver estudio). La otra teoría, de que el sumergido Puente del Conde, en Berrocalejo, pudiera igualmente haber sido construido sobre restos romanos, no se basa en ningún estudio técnico. De hecho los defensores de esta teoría se basan en que Augustóbriga debía tener una salida cercana a la ribera norte del Tajo y ese parecía el sitio más apropiado pues dicen ellos,  frente a la ciudad, cito, «fue imposible construirlo, debido a los cambios de curso que efectuaba el río, en un tramo de litología endeble.» Está claro que quienes tal cosa defiende no tienen tampoco noticia alguna sobre el descubrimiento de los pilares del puente romano de Talaverilla.

Aunque no tenemos ningún dato del trazado Talaverilla-Calzada de Oropesa, podemos suponer que el itinerario más lógico sería esquivando la abrupta cuenca del Tajo buscando el llano de la actual N-V. Eso nos llevaría a un trazado que no distaría mucho del actual camino de la copa y luego el camino vecinal hasta salir a la actual N-V. Cualquier otro trazado supondría complicar la construcción atravesando arroyos y cerros innecesariamente.

La calzada que va de Mérida a Toledo pasando por Trujillo, Puerto de Miravete y Almaraz resultaría entonces ser un ramal secundario que desembocaría en la calzada 25 más o menos a la altura del área de descanso de la autovía.

CALZADA ÁVILA-AUGUSTÓBRIGA

Calzada del Puerto del Pico

Calzada del Puerto del Pico

No hay ningún documento antiguo que mencione la calzada que cruza el Puerto del Pico, pero a pesar de ser una vía secundaria tiene tramos por Gredos que son de los mejor conservados de España. Esta calzada viene de Ávila y cruza Gredos hasta cerca de Arenas de San Pedro. De allí sigue hacia Talavera de la Reina, pero hacia el oeste sale otro ramal que, buscando la Ruta de la Plata, recorre toda La Vera y nos ha dejado, entre otras cosas, varios puentes romanos como el de Madrigal, Villanueva o  el de la garganta de Cuartos en Losar . Nuestra teoría es que desde esa calzada verata tuvo que bajar otro ramal que se dirigiera a Augustóbriga pasando por Valparaíso. En apoyo de esa teoría tenemos el puente y calzada de Valparaíso, con orientación norte-sur, y también el trazado de las cañadas.

Las cañadas reales usadas por el ganado de la trashumancia a menudo aprovechaban en lo posible los trazados de las calzadas romanas. Por la calzada del Puerto del Pico pasa una cañada conocida como “Cañada Real Leonesa Occidental”, que va de León a Badajoz. Esta cañada baja el Puerto hasta Arenas de San Pedro y allí se divide en dos ramales: el principal

Cañada Real leonesa occidental

Cañada Real leonesa occidental

va por Navalcán hacia Talavera de la Reina y el otro va al oeste por Candeleda hacia Villanueva de la Vera. Estos dos ramales se corresponden con las dos calzadas romanas que salían de la zona de Arenas de San Pedro, una que iba a Talavera y la otra que recorría La Vera hasta unirse a la Vía de la Plata en el lugar en el que siglos más tarde se fundaría la ciudad de Plasencia, precisamente por situarla en el cruce de ambas calzadas.

Pero la cañada leonesa no sigue hasta Plasencia sino que desde Villanueva baja al Tiétar. Desde allí continúa hacia Navalmoral y luego se encamina a Almaraz para cruzar el Tajo por su puente. En la época romana el puente de Almaraz no existía (se construyó en 1552), y sí el de Talaverilla, así que si el ramal de bajada de esta cañada seguía el trazo de un antiguo camino romano, éste no cruzaría el Tiétar buscando el puente de Almaraz, sino el de Talaverilla, y por lo tanto bajaría directamente al sur por Valparaíso.

Piedras de la calzada de junto al puente de Valparaíso aprovechados para cercas.

Por todo esto, aunque no podemos probarlo con certeza, sí tenemos indicios históricos en los que apoyar nuestra conjetura, y ciertamente hay un resto arqueológico que muchos ignoran pero que está ahí: nuestro puente romano y su trozo de calzada indica la existencia de una antigua calzada que desde el norte se dirigía a Talaverilla, y puesto que la VIA XXV pasaba muy cerca del lugar, no puede tratarse de un ramal desgajado de la calzada proveniente de Almaraz, sino que debe venir de más al norte, de la sierra. El hecho de que el puente de Valparaíso no sea conocido por los estudiosos e incluso que pocos conozcan la antigua existencia del puente sobre el Tajo entre Talaverilla y Peraleda puede explicar por qué nadie habla de la posibilidad de esta calzada norte-sur desconocida hasta ahora.

Y por último, haciendo un ejercicio de imaginación, pero usando los datos de que disponemos, podríamos reconstruir aproximadamente el trazado de esta calzada pensando que si trazamos una línea desde Villanueva hasta Talaverilla esa línea pasaría por los desaparecidos poblados de Torviscoso, Valparaíso y también por Peraleda. Cuando el avance de la Reconquista repobló estas tierras entre Gredos y la sierra de Guadalupe, lo normal es que las nuevas poblaciones se establecieran a la orilla de un camino, por tener resuelto ya el tema de las comunicaciones, y mejor aún si era un cruce de caminos. Igualmente si sobrevivían algunos poblados antiguos, estos se hallarían aún junto a los caminos. Por eso, si de Villanueva bajaba una calzada hasta Talaverilla, es razonable pensar que esos pueblos citados se encuentren a la orilla de esa calzada. En tal caso podríamos suponer igualmente que las primeras casas que luego serían La Peraleda (que probablemente existía ya antes de la repoblación), se situaron o estaban ya situadas a la orilla de esta misma calzada o mejor aún en el cruce entre ambas, al igual que Valparaíso se encuentra en el cruce de la calzada que viene del Puerto de Miravete y esta otra calzada que baja de Gredos. Los cercados de piedra que abundan en la zona de la Casa del Trigo y otros lugares pudieran quizá ser vestigios de esas antiguas calzadas hoy desaparecidas o enterradas bajo el suelo.

Dejamos aquí un mapa del término municipal de Peraleda con el trazado probable de las calzadas que pasaban por nuestro pueblo:

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AZUL: antiguo recorrido del río Tajo antes de construirse el pantano.
ROJO: probable recorrido de la calzada 25.
VERDE: ramal secundario de la calzada a Toledo, la que viene de Mérida por el Puerto de Miravete.
AMARILLO: calzada secundaria que viene del Puerto del Pico.
1: puente romano de Valparaíso
2: fuente romana
3: tumba romana de la Cañada

Si utilizamos el mapa de caminos que existían en Peraleda antes de la construcción del pantano de Valdecañas (1963) y la posterior concentración parcelaria, que cambió el trazado de muchos de ellos, podemos suponer con mayor exactitud por dónde discurrirían las calzadas, pues en el trazado de aquellos antiguos caminos se conservaba sin duda la huella de las principales vías que hace siglos cruzaban nuestro término municipal. De ese modo podemos suponer que el camino que unía a Talavera la Vieja (Talaverilla) con el norte del Tajo sería básicamente el mismo camino milenario que antes recorría la calzada. Cuando el puente romano de Talaverilla se derrumbó, los habitantes de allá tuvieron que atravesar el río Tajo en barca, pero siguieron utilizando el mismo camino de siempre, lo que hasta su desaparición con la concentración parcelaria de Peraleda se llamaba «el Camino de Talaverilla», y que como veremos en el mencionado mapa, publicado abajo, atravesaba las dehesas que hay al este del actual camino que va a los Motores y pasando muy cerca de la Copa seguía recto hasta llegar a la plazuela del Cristo. Nada de ese camino queda en la actualidad, salvo restos de su trazado en el interior de las dichas dehesas.

El trazado de la calzada que venía de Gredos sí ha dejado más indicios. Su bajada desde la calzada romana que recorría La Vera resulta más polémico, pues la cañada real baja desde Villanueva y luego tuerce en dirección a Navalmoral. Si suponemos que la antigua calzada bajaba por el mismo sitio tendríamos que suponer que cuando la cañada tuerce hacia Navalmoral buscando el puente de Almaraz del siglo XVI, la calzada en vez de buscar ese puente que aún no existía torcería hacia Peraleda buscando el puente romano de Augustóbriga. En ese caso a la orilla de la calzada nos encontraríamos con los pueblos de Valparaíso y de Peraleda, ambos (al menos Peraleda) existían ya antes de la época de las repoblaciones tras la Reconquista. Sin embargo este trazado dejaría fuera de la calzada a Torviscoso, aunque si ese pueblo fuera de fundación posterior, tras la Reconquista, podría haberse fundado a la orilla de un camino medieval más «moderno» o un camino igual de antiguo pero de tierra. Pero si suponemos que la calzada romana no bajaba desde Villanueva sino desde Losar, podríamos imaginar un trazado más directo que además uniría a Torviscoso, Valparaíso y Peraleda en una línea casi recta. O también podría bajar por Villanueva pero torcer hacia el oeste antes de lo que hace la cañada.

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Calzada bajando de Valparaíso

En cualquier caso, si desde la Vera hasta la calzada de la actual Nacional V (Autovía 5) el trazado es meramente especulativo a día de hoy, a partir de la N-V no resulta nada complicado localizar su trazado, pues partiendo de Valparaíso tenemos aún claros restos de su trazado, como mostramos en las fotografías aquí incluidas. Cerca de Valparaíso ya podemos ver restos de la calzada romana, tanto el terraplén de su construcción (se construían a un nivel más alto que el suelo en terrenos húmedos y pantanosos) como restos de piedra dentro de su trazado y sobre todo en los muros de las parcelas que la bordean. La vemos cruzando el arroyo de Valparaíso por el puente romano y durante un tramo todavía se ve claramente el terraplén de su construcción. Poco a poco la calzada en sí se va difuminando aunque seguimos viendo cómo las parcelas que limitan con ella están rodeadas de muros de piedra extraídos de la calzada. Pero lo que la vista a pie de suelo ya no capta con facilidad, la vista de pájaro de los satélites revelan con bastante nitidez. Las fotografías del satélite nos revelan cómo el trazado de la calzada sigue recto hacia Peraleda y su borde, que aún conserva piedras y desnivel, por no poder ser labrado ha sido ocupado por matas y arbolitos que desde arriba marcan claramente el recorrido de esta calzada, la cual ha sido, como es frecuente, usada también como cañada para el paso de ganado, o «colada», que también así se llaman, y corresponde en gran parte a la zona que en Peraleda se conoce aún como «la Colá».

Es al llegar ya casi a la zona urbana cuando se pierde el rastro y nos vemos obligados a suponer por dónde continuaría después. En la foto anterior podemos ver cómo la calzada (en amarillo) que baja por Valparaíso da un rodeo para atravesar el arroyo. Pareciera absurdo dar tanta vuelta en lugar de atravesar la corriente por donde lo hace el actual puente y seguir un trazado recto, pero si nos pateamos la zona comprenderemos más fácilmente por qué los romanos, amantes de los trazados rectos, decidieron aquí esta curva. El arroyo es pequeño, pero en tiempos de crecida aumenta mucho y anega sus vegas. El punto en el que está construido el puente es una parte en la que el arroyo se encajona y por tanto aunque crezca el agua no llegaría a cubrir el puente, cortando así el paso. Sin embargo de haberse hecho el puente cruzando el arroyo en línea recta hubiera sido necesario un puente mucho más largo para salvar las épocas de inundación, y construir un puente de piedra era muy caro, así que el rodeo les ahorraba mucho dinero. Tras cruzar el puente vemos que la calzada va bordeando el arroyo buscando otra vez la línea recta que traía anteriormente, y esa misma recta lo llevará hasta Peraleda por la entrada de San Vicente.

Calzadas romanas que cruzaban el término de Peraleda.

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Hay varios datos que avalan el hecho de que esta calzada sea romana y no una construcción altomedieval posterior. Los expertos de la Junta que hace unos meses visitaron la zona certificaron que el puente es romano, así como la fuente que hay unos metros más al este. El ancho del puente es de solo 2’44 metros, pero la calzada antes y después de cruzar el puente tiene una anchura de 4 metros, que es el estándar de las calzadas romanas. Esta anchura permitía que se cruzaran dos carruajes romanos (por eso las calzadas post-romanas no se ajustan a esa misma medida). El hecho de que esta calzada fuera un ramal secundario que unía dos calzadas explica que al llegar al arroyo se construyera un puente más estrecho para ahorrar dinero. Al fin y al cabo si el tráfico era menor, las posibilidades de que dos carruajes romanos se cruzaran eran también pequeñas, y en el supuesto de que ocurriera, pues a uno de los dos le tocaba esperar medio minuto a que el otro cruzara, tampoco era mucha molestia para un camino que no era vía principal.

En esta imagen vemos la reconstrucción que hacemos de las tres calzadas que atravesaban nuestro término municiapl. La calzada verde (Mérida-Toledo pasando por el Puerto de Miravete) está documentada por sus restos arqueológicos (aunque no tenemos documentos romanos que hablen de ella). La calzada roja está documentada por textos romanos, aunque a día de hoy no hemos hallado restos arqueológicos ni tenemos certeza exacta de su trazado. La calzada amarilla no consta tampoco en los documentos romanos (que solo citan las más importantes) ni en documentos posteriores, pero las evidencias arqueológicas que aún se conservan nos obligan a reivindicar su existencia aunque al parecer los historiadores la desconozcan (la Junta la ha documentando a iniciativa de Don Ángel pero al parecer los expertos siguen ignorándola). Al sur se puede ver el recorrido del río Tajo y, superpuesto al mapa, la silueta del actual pantano de Valdecañas.

LAS CALZADAS CRUZANDO PERALEDA

Así que tenemos que la calzada que viene de Talaverilla llega hasta la plazuela del Cristo y la calzada que viene de Gredos llega hasta la entrada de San Vicente. Si Peraleda fue creciendo a lo largo de un camino ya existente desde la antigüedad, entonces es fácil suponer que ese camino, que sería la calzada que venía del norte hacia el Tajo, se ha mantenido más o menos en nuestro callejero como la Calle del Señor. Si vemos el complejo y enmarañado trazado de calles de Peraleda, vemos que la única calle que cruza el pueblo con cierto vaivén pero de forma continua y sin requiebros es precisamente esa calle, la Calle del Señor, lo que nos indica que las casas fueron acoplándose a la vera de un camino (o calzada) que estaba allí antes de que el pueblo se construyera. Ninguna otra calle de la parte antigua del pueblo da muestras de ser la huella de un camino que atravesara la zona. Por lo tanto debemos suponer que la calzada que venía desde Valparaíso y entra por San Vicente, transcurre por lo que hoy es la Calle del Señor (aunque en su momento debió ser más recta que ahora) y llega hasta la plazuela del Cristo para alcanzar allí la «carretera principal», la calzada que viene de Augustóbriga.

En cuanto al trazado de la VIA XXV (calzada Mérida-Toledo), imaginar su trazado es más complicado. Los indicios nos guían fácilmente desde Talaverilla hasta la plazuela del Cristo siguiendo el antiguo «Camino de Talaverilla», y teniendo en cuenta la orografía del terreno lo lógico es que vaya en busca de la planicie de la actual provincia de Toledo bordeando en lo posible los arroyos y cerros buscando el terreno más llano para abaratar la construcción. Eso nos lleva a suponer que siguió el trazado del antiguo camino que iba a las Ventas de San Julián, lo que hoy sería el Camino Vecinal. Lo que no sabríamos decir es por dónde atraviesa la actual Peraleda. Una posibilidad es que siga la Calle del Señor y antes de la plazuela de San Vicente gire hacia el Camino Vecinal, más o menos igual que se hace hoy. Otra posibilidad sería que pasara por la ermita del Cristo y bajara hacia la actual Casa de la Cultura, no por la cuesta del Cristo sino por el camino que baja a su derecha, la hoy llamada Calle Álamo, y pasando por la Casa del Trigo siguiera recto (sin el requiebro que actualmente hacen allí las carreteras) para meterse en el Camino Vecinal. Cualquiera de las dos opciones nos hace pensar que la cantidad de muros de piedra que hay por esa zona (entre el Corral de Concejo y la casa del Trigo) pudieran haber utilizado también piedras de la antigua calzada.

Paso de calzadas por el casco urbano

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En el primer caso las dos calzadas se juntarían en San Vicente, por la zona de la hoy llamada Plaza de la Constitución (donde antes estaba «el pilón de San Vicente). En el segundo caso las dos calzadas se juntarían en la plazuela del Cristo. Este segundo caso nos parece el más probable por una razón muy sencilla: si se crea un asentamiento humano, el germen de un futuro pueblo, la lógica indica que aparecería en un cruce de caminos y no medio kilómetro más allá, pues en el cruce se aprovecha el movimiento de mercancías y personas que vienen por ambos caminos, y teniendo un cruce al lado sería cosa extraña que las primeras casas fuesen construyéndose un poco alejadas de él. Tal como ya comentamos en la página compañera de Facebook, parece bastante claro que la antigua Peraleda se fundó en una zona circular situada entre la plazuela del Cristo y el cruce entre las calles del Señor y Peligros, por lo tanto, si situamos el cruce de calzadas en el Cristo, vemos que Peraleda surge justo en ese mismo cruce. Pero si suponemos que el cruce de calzadas se produce en San Vicente, o incluso antes de llegar al pueblo, entonces tenemos que Peraleda se funda muy cerca del cruce pero a cierta distancia, lo que no tendría mucha lógica. Por todo ello mostramos ahora el trazado que suponemos es el más probable dibujando por dónde pasarían las dos calzadas romanas que cruzaban nuestro pueblo. El círculo azul muestra el emplazamiento primitivo de la aldea de La Peraleda, en el cruce de caminos.

OTRAS FOTOS SOBRE LA CALZADA DE VALPARAÍSO A PERALEDA (haga clic sobre ellas para agrandarlas)

Cercas de piedra de la zona este de «La Colá» en las que podemos ver el aprovechamiento de las piedras de la antigua calzada para construir muros de cerramiento de piedra que solo encontramos a ambos lados del paso de la calzada.

Fuente tapada

Aquí vemos la fuente romana tras desbrozarla y hacerla de nuevo visible (a la izquierda) y cómo está en estos momentos, cubierta de nuevo para preservarla hasta el momento de su restauración.

Puente

Foto del puente romano cuando aún conservaba su pretil intacto (entre finales de los años 70 y principios de los 80).

Puerto Romano

Pocos años después empezaron a tirar piedras del pretil al río (por diversión)

Puente romano Peraleda

A fecha de hoy esto es lo poco que queda del pretil del puente romano, practicamente nada. Las piedras están debajo, en el río.

restos calzada

En ciertos lugares todavía se conservan piedras insertadas en la misma calzada. Ya no son restos muy visibles, semiocultos por la vegetación y la tierra, pero aún se ve en el suelo la hilera de piedras que va delineando el terraplén que la eleva.

borde calzada

En este trozo se conserva íntegro el empedrado de la calzada, antes de llegar al puente. La hierba la oculta casi por completo y solo algo del bordillo pétreo y el tacto duro bajo nuestros pies nos avisan de que estamos caminando sobre una calzada romana.

En este tramo vemos un fenómeno que se aprecia también en otros tramos de calzadas romanas de otros lugares. Al haber sido durante siglos aprovechada como cañada para el paso del ganado, si el terreno sobre el que se asienta es blando, con el paso de los siglos la calzada se va hundiendo por el centro aunque, como en este caso, mantiene los márgenes laterales elevados y con piedras, a pesar de que parte de ellas se encuentran como de costumbre en los muros de las parcelas que la bordean.

A lo largo del recorrido de la calzada es frecuente encontrar piedras usadas en los muros o incrustadas en el suelo que claramente proceden de otra construcción, o bien la calzada o bien alguna construcción romana aledaña.

ramal de calzada

También queremos dejar aquí constancia de estos restos por si alguien pudiera interpretarlos mejor. Están al norte del puente, justo antes de que la calzada llegue al camino moderno. Es un caminito que saliendo de la calzada se dirige al oeste y como puede ver si agranda la foto, se trata de un desnivel de aproximadamente metro y medio de altura con la pared cubierta de piedras, pero no piedras que se han colocado formando un muro de contención, sino parece más bien que la erosión de la ladera ha dejado al descubierto piedras que están incrustadas dentro, mostrándose unas y asomándose tímidamente otras. El tramo se mantiene de esta manera unos 130 metros y de repente las piedras desaparecen y queda solo la tierra. También aquí encontramos algunas piedras que claramente parecen aprovechadas de otra estructura, con ángulos, cortes y orificios que no tendrían sentido si hubieran sido cortadas para un cercado. Nos parece demasiado alto para ser restos de una calzada (un pequeño ramal que comunicase una villa romana con la calzada principal) y demasiado largo para tratarse de la base de una construcción, pero por el lugar en el que se encuentra y la forma en la que la piedra parece salir desde el interior del propio terreno, es posible que sea lo que sea se tratara también de obra romana.

Posibles monedas romanas halladas entre Valparaíso y San Gregorio.

Posibles monedas romanas halladas entre Valparaíso y San Gregorio.

Y para finalizar, mencionar de pasada que además de los restos ya citados también se han encontrado monedas romanas en terrenos situados en la zona entre el cruce de Valparaíso y la N-V y San Gregorio. También por esa zona se hallaron los restos de un poblado romano cuando se realizaban las obras de construcción de la autovía, aunque nada sabemos de él y con las obras quedó de nuevo sepultado. Mención merece también una piedra con inscripciones romanas, de la cual no tenemos ninguna fotografía, encontrada también por la misma zona y que hoy se encuentra incrustada en el edificio del cortijo de Casasola, en la conocida como la Huerta Concha, junto a San Gregorio.

Esperemos que no solo se conserve, gracias en parte a este artículo, la memoria de nuestro pasado romano, sino que se avive la conciencia de las autoridades y de todos nosotros para saber valorarlo, cuidarlo y recuperarlo en la medida de lo posible.

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Alguien nos ha escrito un comentario que dice lo siguiente:

De lo romano os diré que por el puente hasta el año 1970 que me casé, estuvimos pasando con el carro lleno de mies, daba miedo, pues de un espanto de la yunta se podía caer todo al arroyo, la fuente creo saber donde esta ya que cogíamos agua al pasar por el arroyo, pero había dos, una la decíamos de los pastores y otra la del huerto de los Paredes [la romana], cuando vaya al pueblo iré a verla. En cuanto a las calzadas romanas nos contaba el tío J.F.E. que aún se podía ver la que salía de Valparaíso hacia Calzada de Oropesa por el monte, esto era en los años 60.
E.S.R.

También escribió Juan Carlos González Fraile diciendo: «Hace tiempo un maestro contaba que un historiador dio parte al organismo correspondiente para que fuese a recoger el sarcófago de plomo descubierto, pero que entre que iban a recogerlo y no, alguien aprovechó para llevárselo.»

Eso explicaría por qué no sabemos nada del paradero de dicho sarcófago. Juan Carlos también nos recuerda que, según aprendió, al estar cerca una gran ciudad como Augustóbriga, debía haber por toda la zona villas romanas (la versión antigua de nuestros «chalets»). Eso es cierto, y de hecho había restos romanos en la Vega de Alarza, hoy sumergidos bajo el pantano, pero debe de haber más yacimientos romanos por nuestro término municipal aún por descubrir.

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6 comentarios en “Huellas de Roma en Peraleda

  1. Interesante y trabajado artículo, gracias al cual he visitado el puente en un viaje reciente a la zona. No fue fácil encontrarlo por la falta de señalizaciones, pero se agradece que esté relativamente limpio el acceso por la calzada aunque los alrededores del puente están repletos de maleza que impide hacer una buena fotografía. La fuente, sin embargo, no la localicé. Si es romano(no está incluido en la lista realizada por los expertos) tendría un valor incalculable y sería una pena que no esté valorizado como en otras localidades que «venden» puentes y calzadas romanas que no lo son. Restaurarlo no es complicado, de hecho hay una empresa gallega que lo hace y que ha trabajado para la Junta de Extremadura en otros puentes. Felicitaciones por el trabajo.

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    • Se supone que romana sí es la fuente, vinieron expertos enviados por la Junta y lo confirmaron. La taparon para que no se estropeara mientras preparaban la restauración, pero se ve que tienen mucho que preparar porque ya hace dos o tres años de eso.

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  2. Desconozco la medida exacta de la anchura del puente pero sí es seguro que no llegará ni a los dos metros.
    No debió ser calzada principal, en el sentido de tráfico fluido de mercaderías o tropas, precisamente por la poca anchura del puente que supondría un estrechamiento considerable en el discurrir de la calzada.

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    • Eso me parece a mí, pero a ver si alguien lo confirma. Con menos de 4 metros no pudo ser calzada principal, pero de todas formas tampoco pensamos que lo fuera, pues la vía principal que baja del Puerto del Pico se bifurca en Arenas de S Pedro hacia Talavera y hacia la Ruta de la Plata (donde luego se fundaría Plasencia) y este ramal que bajaría probablemente desde Villanueva (o Losar, cuyo nombre viene de «losas») sería un ramal secundario.

      En tal caso el tráfico de carros que bajaran desde Gredos lo harían por la calzada de Talavera para luego dirigirse a Augustóbriga por la XXV, y este ramal de Valparaíso, si realmente bajaba de La Vera, sería eso, un ramal secundario para caballerías, caminantes y ganado.

      La alternativa, creo que sería aún mejor para Peraleda, es que se trate de una calzada privada de las que unían una villa rural (mansión tipo feudal) con una calzada principal, aunque el problema de esa posibilidad es que el puente es demasiado grande y costoso incluso para un dominus latifundista, que habría hecho un puente de madera o al menos con pilares de piedra y pasarela de madera, como sería más habitual en esos casos. Esta posibilidad digo que es incluso más atractiva porque de ser calzada privada tendríamos que tener un poco al sur del arroyo las ruinas enterradas de una fabulosa villa romana, pues el hecho de haber encontrado al lado una fuente romana indica que ese camino era romano y no posterior. De estar la villa al norte del arroyo no tendría sentido el puente, pues se unirían directamente a la calzada proveniente de Miravete, y de haber estado 1 o 1.5 kms más al sur del arroyo les habría salido más económico construir un ramal hacia el este para desembocar en la via XXV, así que de haber una villa romana bajo el suelo de nuestro pueblo la zona de su posible localización es bastante limitada porque además si cruzaron el río precisamente por ahí es porque la villa se encontraría entre los dos afluentes que delimitan esa zona por ambos lados, el regato de Valguañao y el arroyo de Valcabero, lo que viene a resultar en una área de solo 2.13 kms cuadrados como mucho. Una fotografía aérea en época de sequía o a tal vez en pleno verano podría a lo mejor dar alguna pista de restos enterrados por la zona. Yo no descartaría esa posibilidad. En cualquier caso siendo cruce de caminos y estando al lado de una de las ciudades más importante del Imperio Romano (Plinio cita a Augustóbriga entre las 36 principales de Hispania), es lógico que hubiera asentamientos, villas, y otras facturas romanas, como lo demuestra el ajuar de la Cañada recientemente encontrado.
      Angel C

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      • Confirmado, el puente mide poco más de dos metros pero la calzada antes y después del puente mide los 4 metros romanos reglamentarios, así que el puente se estrechó para economizar, pero la calzada muestra el ancho típico de las romanas.

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